Dicho sea de paso, aprovecho para felicitar a Abbie, de Abbie's Cloud, por su reciente decisión de dejar atrás su orgullo y leer esta maravillosa saga que nos encandila a todos. Abbie, te aseguro -todos re aseguramos- que no te vas a arrepentir :)
Whatever. Dejo de desvariar y abro el paso a esta exhibición. Homophobes not allowed ¬¬
Enjoy! =)
Esto, gente, es un marcador. Pueden hacer click para verlo en tamaño completo e imprimirlo (como voy a hacer yo) ;) |
-Claro -respondió ella, empuñando el delineador con mano experta.
-¿Alec es gay?
La muñeca de Isabelle dio una sacudida. El delineador resbaló, dibujando una larga línea desde el rabillo del ojo de Clary hasta el nacimiento del pelo."
~Ciudad de Hueso; Magnus Bane; pág. 229~
"-¿Quien molesta mi descanso?
Jace pareció casi nervioso.
-Jace Wayland. ¿Recuerdas? Soy de la Clave.
-Ah, sí -Magnus pareció haberse animado-. ¿El de los ojos azules?
-Se refiere a Alec -dijo Clary amablemente.
-No. Mis ojos son dorados -indicó Jace-. Y luminosos.
-Ah -Magnus pareció decepcionado; de no haber estado tan trastornada, habría lanzado una carcajada."
~Ciudad de Hueso; La fiesta del hombre muerto; pág.267~
"-Hola, hola -Magnus avanzó majestuosamente hacia ellos.
Llevaba una bata larga de seda verde abierta sobre una remera de malla plateada y unos vaqueros negros. Una centelleante piedra roja le titilaba en la oreja izquierda.
-Alec, cariño. Clary. Y el chico-rata -hizo una reverencia en dirección a Simon, que pareció molesto-. ¿A qué debo el placer?
-Venimos a ver a Jace -respondió Clary-. ¿Está bien?
-No lo sé -contestó Magnus-. ¿Es normal en él permaneces tumbado así en el piso sin moverse?
-Qué... -empezó a decir Alec, y se interrumpió cuando Magnus lanzó una carcajada-.No tiene gracia.
-Es tan fácil tomarte el pelo... Y sí, vuestro amigo está estupendamente. Bueno, excepto que no deja de guardar todas mis cosas y de intentar limpiar. Ahora no logro encontrar nada. Es un tipo compulsivo."
~Ciudad de Ceniza; La corte Seelie; pág. 143~
"-Aunque eso suena tentador -intervino Magnus, subiéndose las largas mangas-, existe otro modo.
-¿Qué otro modo? Es una directriz de la Clave. No puedo escaquearme.
-Pero yo sí puedo -Magnus sonrió burlón-. Jamás dudes de mis habilidades para escaquearme, cazador de sombras, ya que son épicas y memorables en su alcance. Encanté específicamente el contrato con la inquisidora de modo que pudiera dejarte salir por un corto período de tiempo si lo deseaba, siempre y cuando otro de los nefilim estuviera dispuesto a ocupar tu lugar.
-¿Dónde vamos a encontrar a otro...? ¡Ah! -exclamó Alec dócilmente-.Te refieres a mí.
Las cejas de Jace se alzaron de golpe.
-Vaya, ¿ahora resulta que no quieres ir a la corte seelie?
Alec se sonrojó.
-Creo que es más importante que vayas tú que yo. Eres SPOILER el hijo de Valentine FIN DEL SPOILER, estoy seguro de que eres a quien la reina realmente desea ver. Además, tú eres encantador.
Jace le miró furioso.
-Quizá no en este momento -corrigió Alec-.Pero eres encantador por lo general. Y las hadas son muy susceptibles al encanto.
-Además, si te quedas aquí, tengo toda a primera temporada de La Isla de Gilligan -tentó Magnus a Alec.
-Nadie podría rechazar esa oferta -bromeó Jace, que seguía son querer mirar a Clary.
-Isabelle puede reunirse con ustedes en el parque junto al Estanque de la Tortuga -propuso Alec-. Conoce la entrada secreta a la corte. Los estará esperando."
~Ciudad de Ceniza; La corte seelie; pág. 155~
"-Mamá y papá no estarán nada contentos si lo descubren.
-¿Que liberaste a un posible criminal intercambiándolo por tu hermano a un brujo que parece una especie de Sonic el Erizo y se viste como el Robaniños de Chitty Chitty Bang Bang? -preguntó Simon-. No, probablemente no."
~Ciudad de Ceniza; La corte seelie; pág. 158~
"-(...)¿Creen que los ayudé porque soy bondadoso? ¿O simplemente soy el único brujo que conocen?
Jace había escuchado aquel mini discurso con un llamear de ira que hacía que sus ojos ambarinos brillaran como el oro.
-No -contestó-, perosí eres el único brujo que conocemos que resulta que sale con un migo nuestro.
Por un momento todo el mundo lo miró atónito: Alec con auténtico horror, Magnus con estupefacto enojo, y Clary y Simon con Sorpresa. Alec fue el primero en hablar, y la voz le temblaba.
-¿Por qué dices eso?
Jae pareció desconcertado.
-¿El qué?
-Que estoy saliendo.. que estamos saliendo..., no es cierto -negó Alec, la voz alzándose y descendiendo varias octavas mientras luchaba por controlarla.
Jace le contempló fijamente.
-No he dicho que saliera contigo -replicó-, pero es curioso que tú sepas exactamente a lo que me refería, ¿no es cierto?
-No estamos saliendo -insistió Alec.
-¿Ah, no? -repuso Magus-. Así que simplemente te muestras amistoso con todo el mundo, ¿es eso?
Magnus, no obstante, parecía estar ya harto. Cruzó los brazos sobre el pecho y se echó hacia atrás en silencio, contemplando la escena ante él con ojos entrecerrados.
Alec se volvió hacia Jace.
-Tú no... -empezó-. Quiero decir, son duda no pensarías...
Jace meneaba la cabeza con perplejidad.
-Lo que no entiendo es que te tomes tantas molestias para ocultarme tu relación con Magnus, como si yo fuese a molestarme si me hablaras de ella.
Si su intención era que sus palabras resultara reconfortantes, quedó claro que no lo había logrado. Alec adquirió un color ceniciento, y no dijo nada. Jace volvió la cabeza hacia Magnus.
-Ayúdame a convencerlo -dijo- de que realmente no me importa.
-Bueno -repuso Magnus en voz baja-, me parece que ya te cree.
-Entonces no...
El desconcierto resultaba patente en el rostro de Jace, y por un momento Clary vio la expresión de Magnus y vio que este se sentía fuertemente tentado a responderle. Movida por una súbita piedad por Alec, la muchacha soltó la mano de Simon y se acercó a Jace.
-Jace, es suficiente -dijo-. Déjalo estar."
~Ciudad de Ceniza; La hostilidad de los sueños; pág. 248~
"-(...) ¿Para qué necesitas el teléfono, Alec?
-Sólo lo necesitamos -respondió él con impaciencia-. Izzy...
-Si vas a enviarle un mensaje de texto a Magnus para decirle "creo k rs guay", te mato.
-¿Quién es Magnus? -quiso saber Max.
-Un brujo.
-Un brujo sexy, sexy -añadió Isabelle a Max, haciendo caso de la auténtica mirada de furia de Alec."
~Ciudad de Ceniza; Un corazón convertido en piedra; pág. 333~
"Jace lo miró con fijeza.
-¿Qué hay entre tú y Magnus Bane?
-La cabeza de Alec dio una sacudida hacia atrás.
-No... No hay nada...
-No soy estúpido. Acudiste directamente a Magnus después de hablar con Malachi. Antes de hablar conmigo o con Isabelle o con cualquier otro...
-Él era el único que podía contestar a mi pregunta, ése es el motivo. No existe nada entre nosotros -respondió Alec; y luego, advirtiendo la expresión de su amigo, añadió con gran renuencia:- No existe nada entre nosotros. ¿De acuerdo?
-Espero que eso no sea debido a mí -dijo Jace.
-Alec se quedó blanco y se echó hacia atrás, como si se preparara para recibir un golpe.
-¿A qué te refieres?
-Sé que crees que sientes algo por mí -respondió Jace-. Pero no es cierto. Simplemente te gusto porque me ves seguro. No existe riesgo. Así nunca tienes que jugártela con una relación auténtica, porque puedes usarme como excusa.
Jace sabía que estaba siendo cruel, y apenas le importaba. Herir a la gente que quería era casi tan satisfactorio como hacerse daño a sí mismo cuando estaba de aquel estado de ánimo.
-Lo capto -dijo Alec con voz tensa-. Primero Clary, luego tu mano, ahora yo. Al infierno contigo, Jace.
-¿No me crees? -preguntó Jace-. Estupendo. Anda, vamos. Bésame ahora mismo.
Alec lo contempló horrorizado.
-¿Lo ves? A pesar de mi deslumbrante belleza, en realidad no te gusto de ese modo. Y si estás dejándolo pasar con Magnus, no es debido a mí. Es porque estás demasiado asustado para confesarle a nadie a quién amas realmente. El amor nos vuelve mentirosos -dijo Jace-. La reina seelie lo dijo. Así que no me juzgues por mentir sobre mis sentimientos. Tú también lo haces."
~Cazadores de Sombras: Ciudad de Cristal; Animosidad; pág. 145~
"-Me he sorprendido al ver el mensaje de Sebastian esta mañana -dijo-, diciendo que te estaba haviendo un favor, nada menos. ¿Cómo lo conociste?
-Agradable, bah! Es divino -Magnus miró con ojos soñadores en su dirección-. Deberías dejarlo aquí. Podría colgar sombreros en él y otras cosas.
-No, no puedes quedártelo.
-¿Por qué no? ¿Te gusta? -los ojos de Magnus centellearon-. Parece que le gustas. Lo vi yendo por t mano ahí afuera igual que una ardilla lanzándose sobre un maní.
-¿Por qué no hablamos sobre tu vida amorosa? -contraatacó Clary-. ¿Qué hay de tú y Alec?
-Alec se niega a admitir que tenemos una relación, y por lo tanto yo me niego a hacerle caso. Me mandó un mensaje de fuego pidiéndome un favor el otro día. Iba dirigido al "Brujo Bane", como si yo fuese un perfecto desconocido. Sigue colgado de Jace, aunque esa relación nunca irá a ninguna parte. Un problema sobre el que imagino que tú no sabes nada...
-Vamos, cállate -Clary observó a Magnus con desagrado-. Oye, si no descongelas a Sebastian, no podré irme de aquí y jamás conseguirás el libro de lo Blanco."
~Ciudad de Cristal; Donde los ángeles no se aventuran; pág. 175~
"-¿Alec?
Magnus lo miraba con asombro. Había despachado al resto de los demonios iblis, y la plaza estaba vacía a excepción de ellos dos.
-¿Acabas de... salvarme la vida?
Alec sabía que debería encontrar algo que decir como: <<Por supuesto, porque soy un cazador de sombras y eso es lo que hacemos>> o <<Ese es mi trabajo>>. Jace habría dicho algo parecido. Jace siempre sabía lo que había que decir. Pero las palabras que surgieron de la boca de Alec fueron muy distintas... y sonaron irascibles, incluso a sus propios oídos.
-Jamás me devolviste las llamadas -dijo-. Te llamé muchísimas veces, y tú jamás me devolviste las llamadas.
Magnus miró a Alec como si éste se hubiese vuelto loco.
-Tu ciudad está siendo atacada -dijo-. Las salvaguardas no funcionan y las calles están repletas de demonios. ¿Y tú quieres saber por qué no te he llamado?
Alec apretó la mandíbula en una obstinada línea.
-Sí, quiero saber por qué no me has devuelto las llamadas.
Magnus levantó las manos en un gesto de exasperación. Alec advirtió con interés que, cuando lo hizo, unas cuantas cispas salieron de las yemas de sus dedos, como libélulas escapando de un tarro.
-Eres un idiota.
-¿Por eso no me has llamado? ¿Porque soy un idiota?
-No -Magnus fue hacia él a grandes zancadas-. No te he llamado porque estoy cansado de que sólo me quieras ver cuando necesitas algo. Estoy cansado de verte enamorado de otra persona... de alguien, por cierto, que jamás te devolverá ese amo. No como yo te amo.
-¿Me amas?
-Nefilim estúpido -dijo Magnus en tono paciente-.¿Por qué otra cosa iba a estar aquí? ¿Por qué otro motivo habría pasado las últimas semanas remendando a todos tus imbéciles amigos cada vez que los hieren y sacándote de cada situación ridícula en la que te metes? por no mencionar el ayudarte a ganar una batalla contra Valentine. ¡Y todo totalmente gratis!
-No lo había considerado de ese modo -admitió Alec.
-Por supuesto que no. Jamás lo consideraste de ningún modo -Los ojos de gato de Magnus brillaban con ira-. Tengo setecientos años, Alexander. Sé cuando algo no va a funcionar. Tu ni siquiera quieres admitir que existo ante tus padres.
Alec lo miró sorprendido.
-¿Tienes setecientos años?
-Bueno -corrigió Magnus-, ochocientos. Pero no lo parezco. De todos modos creo que no lo has entendido. La cuestón es...
Pero Alec no pudo averiguar cuál era la cuestión porque en aquel momento una docena más de demonios iblis llegaron en tropel a la plaza. Sintió que se le desencajaba la boca.
-Maldición.
Magnus siguió la dirección de su mirada. Los demonios se abrían ya en semicírculo a su alrededor, con los ojos amarillos refulgiendo.
-Es el momento de cambiar de tema, Lightwood.
-Te diré qué -Alec alargó la mano para sacar un segundo cuchillo serafín-.Si salios con vida de esto, te prometo que te presentaré a toda mi familia.
Magnus alzó las manos; sus dedos brillaban con individuales llamas azules que iluminaron su amplia sonrisa con un ardiente resplandor.
-Trato hecho."
~Cazadores de Sombras. Ciudad de Cristal; Fuego y Espada; pág. 247~
"-¿Alec?
Magnus lo miraba con asombro. Había despachado al resto de los demonios iblis, y la plaza estaba vacía a excepción de ellos dos.
-¿Acabas de... salvarme la vida?
Alec sabía que debería encontrar algo que decir como: <<Por supuesto, porque soy un cazador de sombras y eso es lo que hacemos>> o <<Ese es mi trabajo>>. Jace habría dicho algo parecido. Jace siempre sabía lo que había que decir. Pero las palabras que surgieron de la boca de Alec fueron muy distintas... y sonaron irascibles, incluso a sus propios oídos.
-Jamás me devolviste las llamadas -dijo-. Te llamé muchísimas veces, y tú jamás me devolviste las llamadas.
Magnus miró a Alec como si éste se hubiese vuelto loco.
-Tu ciudad está siendo atacada -dijo-. Las salvaguardas no funcionan y las calles están repletas de demonios. ¿Y tú quieres saber por qué no te he llamado?
Alec apretó la mandíbula en una obstinada línea.
-Sí, quiero saber por qué no me has devuelto las llamadas.
Magnus levantó las manos en un gesto de exasperación. Alec advirtió con interés que, cuando lo hizo, unas cuantas cispas salieron de las yemas de sus dedos, como libélulas escapando de un tarro.
-Eres un idiota.
-¿Por eso no me has llamado? ¿Porque soy un idiota?
-No -Magnus fue hacia él a grandes zancadas-. No te he llamado porque estoy cansado de que sólo me quieras ver cuando necesitas algo. Estoy cansado de verte enamorado de otra persona... de alguien, por cierto, que jamás te devolverá ese amo. No como yo te amo.
-¿Me amas?
-Nefilim estúpido -dijo Magnus en tono paciente-.¿Por qué otra cosa iba a estar aquí? ¿Por qué otro motivo habría pasado las últimas semanas remendando a todos tus imbéciles amigos cada vez que los hieren y sacándote de cada situación ridícula en la que te metes? por no mencionar el ayudarte a ganar una batalla contra Valentine. ¡Y todo totalmente gratis!
-No lo había considerado de ese modo -admitió Alec.
-Por supuesto que no. Jamás lo consideraste de ningún modo -Los ojos de gato de Magnus brillaban con ira-. Tengo setecientos años, Alexander. Sé cuando algo no va a funcionar. Tu ni siquiera quieres admitir que existo ante tus padres.
Alec lo miró sorprendido.
-¿Tienes setecientos años?
-Bueno -corrigió Magnus-, ochocientos. Pero no lo parezco. De todos modos creo que no lo has entendido. La cuestón es...
Pero Alec no pudo averiguar cuál era la cuestión porque en aquel momento una docena más de demonios iblis llegaron en tropel a la plaza. Sintió que se le desencajaba la boca.
-Maldición.
Magnus siguió la dirección de su mirada. Los demonios se abrían ya en semicírculo a su alrededor, con los ojos amarillos refulgiendo.
-Es el momento de cambiar de tema, Lightwood.
-Te diré qué -Alec alargó la mano para sacar un segundo cuchillo serafín-.Si salios con vida de esto, te prometo que te presentaré a toda mi familia.
Magnus alzó las manos; sus dedos brillaban con individuales llamas azules que iluminaron su amplia sonrisa con un ardiente resplandor.
-Trato hecho."
~Cazadores de Sombras. Ciudad de Cristal; Fuego y Espada; pág. 247~
"El rostro de Alec se iluminó
-Ahí está Magnus -dijo, y se largó sin siquiera mirar atrás, abriéndose paso por la muchedumbre hasta la zona donde el alto brujo estaba parado.
La sorpresa de Magnus a medida que Alec se acercaba era patente, incluso desde aquella distancia.
-Es más bien dulce -dijo Isabelle, mirándolos-, ya sabes, de un modo un tanto lamentable.
-Porque Alec está intentando conseguir que Magnus lo tome en serio -explicó Isabelle-, pero jamás le ah hablado a nuestros padres sobre Magnus, ni siquiera les ha dicho que le gustan, ya sabes...
-¿Los magos? -inquirió él.
-Qué gracioso -Isabelle le dirigió una mirada iracunda-. Ya sabes a lo que me refiero. Lo que ocurre aquí es...
-¿Qué es lo que ocurre, exactamente? -preguntó Maia acercándose a grandes zancadas de modo que la oyeran-. Quiero decir que no acabo de entender ese asunto de los compañeros. ¿Cómo se supone que funciona?
-De ese modo.
Simon señaló en dirección a Alec y Magnus, que se mantenían un poco aparte de la multitud, en su propio pequeño espacio privado. Alec dibujaba en la mano de Magnus, con el rostro concentrado y los cabellos oscuros cayéndole sobre los ojos.
-¿Así que todos tenemos que hacer eso? -dijo Maia-. Conseguir que nos hagan un dibujo, quiero decir.
(...)
Maia, mirando aún en dirección a Alec y a Magnus, se interrumpió y enarcó las cejas. Simon volvió la cabeza para ver qué era lo que miraba... y abrió unos ojos como platos.
Alec rodeaba con sus brazos a Magnus y lo estaba besando, en la boca. Magnus, que parecía en estado de shock, permanecía paralizado. Varios grupos de gente cazadores de sombras y subterráneos por igual- los miraban atónitos y cuchicheaban. Echando una ojeada a ambos lados, Simon vio a los Lightwood, que, con os ojos desorbitados, contemplaban boquiabiertos la exhibición. Mayrise se cubría la boca con la mano.
Maia pareció perpleja.
-Aguarden un segundo -dijo-. ¿Todos tenemos que hacer eso, también?"
~Ciudad de Cristal; Salve y adiós; pág. 424~
-Nunca lo harías -murmuró ella, sus ojos entrecerrados-. Ven aquí, Magnus. Acércate a mí.
Él no la amaba, pero Camille era un sueño del pasado, de modo que se acerco a ella hasta tenerla casi al alcance de su mano.
-¿Te acuerdas? -dijo ella en voz baja- ¿Te acuerdas de Londres? ¿De las fiestas en Quincey´s? ¿Te acuerdas de Will Herondale? Sé que sí. Ese chico de ahora, ese tal Lightwood. Se parecen incluso.
-¿Tú crees? -dijo Magnus, como si no se le hubiese ocurrido.
-Los chicos guapos siempre han sido tu perdición -dijo ella-. Pero dime, ¿qué puede darte a ti un chico mortal? ¿Diez años, veinte, antes de que la desintegración empiece a hacer mella en él? ¿Cuarenta años, cincuenta, hasta que la muerte se lo lleve? Yo puedo darte toda la eternidad.
Él le acarició la mejilla, estaba más fría que el suelo.
-Podrías darme el pasado -dijo él con tristeza-. Pero Alec es mi futuro."
~Cazadores de Sombras: Ciudad de Ángeles Caídos; Chica encontrada muerta; pág. 259~
(La remera dice "So, who wants to be the Magnus to my Alec?". Los dijes del colgante son las iniciales de Magnus y Alec <3)
El Primer Beso de Alec y Magnus (escena eliminada)
Estaba impreso en papel fino, casi pergamino, en una delgada y elegante mano. Anunciaba una reunión en la humilde casa de Magnus, un magnifico Brujo, y el asistente prometía "una calurosa tarde de delicias más allá de tus salvajes fantasías." Ciudad de Hueso.
Parado en el hueco de la escalera del hogar de Magnus, Alec observó el nombre debajo del timbre de la pared. BANE. El nombre realmente no parecia encajar con Magnus, reflexionó, al menos no ahora que lo conocía. Si tu realmente pudieras decir que conoces a alguien cuando asistes a una de sus fiestas, una vez, y después ellos salvan tu vida pero no estás consciente para agradecerle. Pero el nombre de Magnus Bane le hizo pensar en una especie de figura imponente, con grandes hombros y una túnica morada formal de brujos, invocando al fuego y al relámpago. No a ese Magnus, qué era más bien una mezcla entre pantera y un elfo loco.
Alec respiró hondo y dejo salir el aire. Bueno, el había llegado tan lejos, que tal vez podría seguir adelante. En lo alto la bombilla descubierta colgando como sombras barridas, mientras el se apróximaba hacia delante y presionaba el timbre.
Un momento después una voz hizo eco a través del hueco de la escalera. "¿QUIÉN INVOCA AL ALTO BRUJO?"
"Er" dijo Alec. "Soy yo. Que diga, Alec. Alec Lightwood"
Hubo una clase de silencio, como si incluso el mismo pasillo se hubiera sorprendido. Después un sonido metálico, y la segunda puerta se abrió, dejandolo fuera de la escalera. Se dirigió hacia las tambaleantes escaleras dentro de la oscuridad, las cuáles olían como a pizza y polvo. El descenso en el segundo piso era brillante, la puerta al otro extremo abierta. Magnus Bane estaba apoyado en la entrada.
Comparado con la primera vez que Alec lo vió, lucía bastante normal. Su cabello negro todavía estaba en picos, y lucía adormilado; su cara, incluso con esos ojos de gato, muy juvenil. Usaba una camiseta negra con las palabras UN MILLON DE DOLARES colocada a través del pecho en lentejuelas, y jeans que colgaban bajo en sus caderas, tan bajo que Alec apartó la mirada, mirando hacia sus propios zapatos. Los cuáles eran aburridos.
"Alexander Ligthwood" dijo Magnus. Tenía el leve rastro de un acento, uno en el que Alec no podía poner sus dedos en la pronunciación de las vocales. "¿A qué debo el placer?"
Alec miró detrás de Magnus- "Tienes- compañía?"
Magnus cruzó sus brazos, lo que hizó lucir bien a sus biceps, y se apoyo contra el lado de la puerta. ¿Porqué quieres saberlo?
"Esperaba poder tener una charla contigo."
"Hum" Los ojos de Magnus lo miraban de arriba a abajo. Ellos realmente brillaban en la oscuridad, como el de los gatos. "Bien, entonces." Se volteó abruptamente y desapareció dentro del departamento; después de un momento de sorpresa, Alec lo siguió.
El desván lucía diferente sin cientos de cuerpos mezclándose en el. Era - bueno, no común, pero la clase de espacio en el que alguien tal vez viviría. Como la mayoría de los desvanes, tenía un enorme habitación central divida en "cuartos" por un grupo de muebles. Había una colección de cuadros de sofás y mesas ubicadas a la derecha, hacia donde el cuál Magnus hizó un gesto a Alec. Alec se sentó sobre un sofá de terciopelo dorado con elegantes volutas de madera en los brazos.
"¿Te apetece un poco de té? preguntó Magnus. El no estaba sentado en una silla, pero se había tendido sobre una otomana con mechones sus largas piernas estiradas frente a él.
Alec asintió. Se sentía incapaz de decir algo. Algo que fuera interesante o inteligente. Era siempre Jace el quién decia las cosas inteligentes e interesantes. El era el parabatai de Jace y esa era toda la gloria que necesitaba o quería: ser la estrella oscura de un supernova. Pero este era un lugar donde Jace no podia acompañarlo, algo con lo que Jace no podía ayudarlo. "Seguro."
Su mano derecha sintió calor de repente. Miró hacia abajo, y se dió cuenta de que sostenía una taza de papel encerado de Joe, el Arte del Café. Olía como a Chai. Saltó, y apenas escapó de derramerselo sobre sí mismo. "Por el ángel -"
"Me ENCANTA esa expresión" dijo Magnus. "Es tan original."
Alec lo miró. "¿Robaste este té?"
Magnus ignoró su pregunta. "Así que" dijo "¿Porqué estás aqui?"
Alec tomo un trago del té robado. "Quería agradecerte," dijo, cuando tomo algo de aire. "Por salvar mi vida."
Magnus se inclinó hacia atrás sobre sus manos. Su camiseta rodó sobre su estómago plano, y esta vez Alec no tenía hacia donde mirar. "Tu quieres agradecerme."
"Salvaste mi vida," dijo Alec, de nuevo. "Pero yo estaba delirando, y no creo que realmente te haya dado las gracias. Se que no tenías que hacerlo. Así que gracias.
Las cejas de Magnus desaparecieron en su linea de cabello. "De... nada?"
Alec colocó su té abajo. "Tal vez debería irme."
Magnus se levantó. "¿Después de haber llegado tan lejos? ¿Todo el camino hacia Brooklyn solo para agradecerme? El estaba sonriendo. "Eso si que sería una perdida de esfuerzo." El se acercó y puso su mano sobre la mejilla de Alec, su pulgar acariciando su pómulo. Su toque se sentía como fuego, formando chispas a su apso. Alec se paralizó soprendido - sorprendido del gesto, y sorprendido del efecto que esta teniendo de él. Los ojos de Magnus se redujeron, y el retiró su mano. "Huh" se dijo a si mismo.
"¿Qué" Alec repentinamente se preocupó sobre si había hecho algo mal. "¿Qué es?"
"Es tan sólo que..." Una sombra se movió detrás de magnus; con fluida agilidad, el Brujo miró alrededor y recogió del suelo a un pequeño y atigrado gato de color gris y blanco. El gato se enredó misteriosamente en su brazo y miraba a Alec con sospecha. Ahora dos pares de ojos dorado-verde lo observaban. "No era lo que esperaba"
"¿De un Cazador de Sombras?"
"De un Lightwood."
"No sabía que conocieras tan bien a mi familia."
"He conocido a tu familia desde hace cientos de años." Los ojos de Magnus buscaban su rostro. "Ahora tu hermana, ella es una Lightwood"
"Ella dijo que yo te gustaba".
"¿Qué?"
"Izzy. Mi hermana. Me dijo que yo te gustaba. Te gustaba, gustaba."
"¿Me gustabas, gustabas?" Magnus enterró su sonrisa en la piel del gato. "Perdona. ¿Tenemos doce años? Yo no recuerdo haber dicho nada a Isabelle..."
"Jace lo dijo también." Alec fue contundente; era la única manera que sabía como ser. "Que yo te gustaba. Que cuando él subió aquí arriba, tu pensabas que era yo y te decepcionaste que era él. Eso nunca sucede."
"¿No sucede? Bueno, debería."
Alec se sobresaltó. "No - me refiero a Jace, él es.... Jace."
"Él trae problemas," dijo Magnus. "Pero tu no tienes malicia. Lo cuál en un Lightwood, es una adivinanza. Vosotros siempre habéis sido una familia trazada, como unos Borgia de renta baja. Pero no hay mentiras en tu cara. Tengo el sentimiento que todo lo que dices sincero."
Alec se inclinó hacia delante. "¿Quieres salir fuera conmigo?"
Magnus parpadeó. "Ves, eso es a lo que me refiero. Sincero."
Alec mordió su labio y no dijo nada.
"¿Por qué quieres salir conmigo?" inquirió Magnus. Estaba frotando la cabeza de Presidente Miau, sus dedos largos doblaban las orejas del gato hacia abajo. "No es que no sea altamente deseable, pero la manera en qué lo has pedido, parecía como si pidieras algún tipo de ajuste -"
"Lo hago," dijo Alec. "Y pensaba que yo te gustaba, y dirías que sí, y podría intentar - quiero decir, podríamos intentar -" Puso su cara entre las manos. "A lo mejor fue un error."
La voz de Magnus fue suave. "¿Sabe alguien que eres gay?"
Alec sacudió la cabeza; se encontró respirando un poco fuerte, como si hubiera corrido una carrera. Pero que podía hacer, ¿negarlo? ¿Cuando vino aquí a hacer exactamente lo contrario? "Clary," dijo, con voz ronca."Lo que fue... Fue un accidente. E Izzy, pero ella nunca dirá nada."
"No a tus padres. ¿No a Jace?"
Alec pensó sobre Jace sabiéndolo, y alejó el pensamiento, fuerte y rápido. "No. No, y no quiero que ellos lo sepan, especialmente Jace."
"Pienso que podrías decírselo." Magnus frotó la barbilla de Chairman Meow. "Se rompió en pedazos como un puzzle jigsaw cuando pensó que ibas a morir. Se preocupa -"
"Pienso que mejor no." Alec seguía respirando rápidamente. Se frotó las rodillas de sus vaqueros con sus puños. "Nunca he tenido una cita," dijo en voz baja. "Nunca he besado a nadie. Nunca. Izzy dijo que yo te gustaba y pensé -"
"No soy indiferente. ¿Pero te gusto? Porque este tema de ser gay no significa que debas arrojarte a cualquier tio estará bien porque no sea una chica. Hay gente que te gusta y gente que no."
Alec pensó en su pensamiento en el Instituto, estando en un dolor delirante y veneno cuando Magnus entró. Apenas le había reconocido. Estaba casi seguro que había estado gritando por sus padres, por Jace, por Izzy, pero su voz solo podía salir en un susurro. Recordó las manos de Magnus sobre él, sus dedos frescos y suaves. Recordó el fuerte agarre que mantuvo en el pecho de Magnus, por horas y horas, incluso después que el dolor se fuera y sabía que estaría bien. Se recordó mirando la cara de Magnus en la luz del amanecer, el oro del amanecer brillando como oro en sus ojos, y pensando lo extrañamente precioso que era, con su mirada y gracia de gato.
"Sí," dijo Alec. "Me gustas."
Se encontró con la mirada de Magnus de frente. El brujo le estaba mirando con una especie de mezcla de curiosidad, afecto y asombro. "Es tan extraño," dijo Magnus. "Genérico. Tus ojos, ese color - "Se paró y sacudió la cabeza.
"Los Lightwood sabías que nunca tuvisteis ojos azules?"
"Monstruos de ojos verdes," dijo Magnus, y sonrió. Depositó a Chairman Meow en el sueño, y el gato se movió hacia Alec, y se frotó contra su pierna. "A Presidente Miau le gustas."
"¿Es eso bueno?"
"Nunca salgo con alguien que no le guste a mi gato," dijo Magnus fácilmente, y se levantó. "Así que digamos Viernes noche?".
Una gran ola de alivio llegó a Alec. "¿De verdad? ¿Quieres salir conmigo?"
Magnus sacudió su cabeza. "Tienes que parar de jugar al difícil de conseguir, Alexander. Hace las cosas difíciles." Sonrió. Tenía una sonrisa como la de Jace - no era como si ellos se parecieran, pero el tipo de sonrisa que ilumina todo su rostro. "Vamos, te acompaño fuera."
Alec se dirigió después de Magnus hacia la Puerta principal, sintiendo como si el peso se hubiera ido de sus hombros, uno que ni él sabía que estaba llevando. Por supuesto que tendría que sacar una excusa sobre dónde iba a ir el Viernes noche, algo en lo que Jace no quisiera participar, algo que necesitara hacer solo. O podría pretender que estaba enfermo y escaparse. Estaba tan perdido en sus pensamientos que casi tropezó con la puerta principal, contra la que Magnus estaba apoyado, mirándolo con ojos entrecerrados como medias lunas.
"¿Qué sucede? dijo Alec.
"¿Nunca has besado a nadie?" dijo Magnus. "¿Nadie en absoluto?"
"No," dijo Alec, esperando que eso no le descalificara por salir con él. "No un beso de verdad."
"Ven aquí." Magnus lo tomo por los codos y lo acercó más. Por un momento Alec estaba totalmente desorientado por la sensación de estar tan cerca de otra persona, la clase de persona de la que él quería estar cerca tanto tiempo. Magnus era alto y delgado, pero no flaco. Su cuerpo era duro. Sus brazos ligeramente musculosos, pero fuertes. Era centímetros más alto que Alec, lo cual era raro, y se complementaban a la perfección. Los dedos de Magnus estaban debajo de su barbilla, llevando su cabeza ligeramente hacia arriba, y entonces se besaron. Alec escuchó un sonido saliendo de su propia garganta y luego sus bocas se fundieron con una urgencia descontrolada. Magnus, Alec pensó encantado, realmente sabía lo que hacía. Sus labios era suaves, y superaba a Alec en experiencia, explorando su boca: una sinfonía de labios, dientes, lengua, cada momento despertando sensaciones que él ni sabía que tenía.
Encontró la cintura de Magnus con sus dedos, tocando su piel desnuda, la cual había estado evitando mirar hasta el momento, y deslizó su mano bajo la camiseta. Magnus se tensó por la sorpresa, pero luego se relajó. Dejó correr sus manos por los brazos de Alec, por su pecho, su cintura, encontrando las tiras del cinturón de Alec, estirando de ellas y acercándolo más. Su boca dejó la de Alec y Alec sintió la presión caliente de sus labios por la garganta, donde la piel era tan sensible que parecía estar conectada con los huesos de sus piernas, las cuales estaban apunto de desfallecer. Justo antes de caerse al suelo, Magnus lo soltó. Sus ojos brillaban y también lo hacía su boca.
"Ahora ya has sido besado," dijo, pasando por detrás de él y abriendo la puerta. "Nos vemos el Viernes?"
Alec aclaró su garganta. Se sentía mareado, pero también aliviado. La sangre corría por sus venas como un coche de formula uno, todos los colores parecían brillar. Mientras salía por la puerta, se giró y miró a Magnus, quién le miraba con gracia. Dio un paso adelante y estiró al brujo hacia él. Magnus cayó sobre él, y Alec le besó. Fuerte, rápido, confuso, sin practica, pero con todo lo que tenía dentro. Trajo a Magnus más cerca de él, su propia mano entre los dos, y sintió el corazón de Magnus dar un brinco en su pecho.
Dejó de besarle y se apartó.
"El Viernes." dijo, y dejó que Magnus se marchara. Se dio vuelta y se alejó por el pasillo, Magnus mirándole. El Brujo cruzó los brazos y se acomodó la camiseta donde Alec lo había agarrado, y sacudió la cabeza, sonriendo.
"Lightwoods," dijo Magnus. "Siempre tienen que tener la última palabra."
Cerró la puerta detrás de él, y Alec corrió bajando las escaleras de dos en dos, la sangre palpitando en sus oídos como si fuera música.
(La mejor parte es que no es spoiler porque no está en los libros =))
"¿Qué?"
"Izzy. Mi hermana. Me dijo que yo te gustaba. Te gustaba, gustaba."
"¿Me gustabas, gustabas?" Magnus enterró su sonrisa en la piel del gato. "Perdona. ¿Tenemos doce años? Yo no recuerdo haber dicho nada a Isabelle..."
"Jace lo dijo también." Alec fue contundente; era la única manera que sabía como ser. "Que yo te gustaba. Que cuando él subió aquí arriba, tu pensabas que era yo y te decepcionaste que era él. Eso nunca sucede."
"¿No sucede? Bueno, debería."
Alec se sobresaltó. "No - me refiero a Jace, él es.... Jace."
"Él trae problemas," dijo Magnus. "Pero tu no tienes malicia. Lo cuál en un Lightwood, es una adivinanza. Vosotros siempre habéis sido una familia trazada, como unos Borgia de renta baja. Pero no hay mentiras en tu cara. Tengo el sentimiento que todo lo que dices sincero."
Alec se inclinó hacia delante. "¿Quieres salir fuera conmigo?"
Magnus parpadeó. "Ves, eso es a lo que me refiero. Sincero."
Alec mordió su labio y no dijo nada.
"¿Por qué quieres salir conmigo?" inquirió Magnus. Estaba frotando la cabeza de Presidente Miau, sus dedos largos doblaban las orejas del gato hacia abajo. "No es que no sea altamente deseable, pero la manera en qué lo has pedido, parecía como si pidieras algún tipo de ajuste -"
"Lo hago," dijo Alec. "Y pensaba que yo te gustaba, y dirías que sí, y podría intentar - quiero decir, podríamos intentar -" Puso su cara entre las manos. "A lo mejor fue un error."
La voz de Magnus fue suave. "¿Sabe alguien que eres gay?"
Alec sacudió la cabeza; se encontró respirando un poco fuerte, como si hubiera corrido una carrera. Pero que podía hacer, ¿negarlo? ¿Cuando vino aquí a hacer exactamente lo contrario? "Clary," dijo, con voz ronca."Lo que fue... Fue un accidente. E Izzy, pero ella nunca dirá nada."
"No a tus padres. ¿No a Jace?"
Alec pensó sobre Jace sabiéndolo, y alejó el pensamiento, fuerte y rápido. "No. No, y no quiero que ellos lo sepan, especialmente Jace."
"Pienso que podrías decírselo." Magnus frotó la barbilla de Chairman Meow. "Se rompió en pedazos como un puzzle jigsaw cuando pensó que ibas a morir. Se preocupa -"
"Pienso que mejor no." Alec seguía respirando rápidamente. Se frotó las rodillas de sus vaqueros con sus puños. "Nunca he tenido una cita," dijo en voz baja. "Nunca he besado a nadie. Nunca. Izzy dijo que yo te gustaba y pensé -"
"No soy indiferente. ¿Pero te gusto? Porque este tema de ser gay no significa que debas arrojarte a cualquier tio estará bien porque no sea una chica. Hay gente que te gusta y gente que no."
Alec pensó en su pensamiento en el Instituto, estando en un dolor delirante y veneno cuando Magnus entró. Apenas le había reconocido. Estaba casi seguro que había estado gritando por sus padres, por Jace, por Izzy, pero su voz solo podía salir en un susurro. Recordó las manos de Magnus sobre él, sus dedos frescos y suaves. Recordó el fuerte agarre que mantuvo en el pecho de Magnus, por horas y horas, incluso después que el dolor se fuera y sabía que estaría bien. Se recordó mirando la cara de Magnus en la luz del amanecer, el oro del amanecer brillando como oro en sus ojos, y pensando lo extrañamente precioso que era, con su mirada y gracia de gato.
"Sí," dijo Alec. "Me gustas."
Se encontró con la mirada de Magnus de frente. El brujo le estaba mirando con una especie de mezcla de curiosidad, afecto y asombro. "Es tan extraño," dijo Magnus. "Genérico. Tus ojos, ese color - "Se paró y sacudió la cabeza.
"Los Lightwood sabías que nunca tuvisteis ojos azules?"
"Monstruos de ojos verdes," dijo Magnus, y sonrió. Depositó a Chairman Meow en el sueño, y el gato se movió hacia Alec, y se frotó contra su pierna. "A Presidente Miau le gustas."
"¿Es eso bueno?"
"Nunca salgo con alguien que no le guste a mi gato," dijo Magnus fácilmente, y se levantó. "Así que digamos Viernes noche?".
Una gran ola de alivio llegó a Alec. "¿De verdad? ¿Quieres salir conmigo?"
Magnus sacudió su cabeza. "Tienes que parar de jugar al difícil de conseguir, Alexander. Hace las cosas difíciles." Sonrió. Tenía una sonrisa como la de Jace - no era como si ellos se parecieran, pero el tipo de sonrisa que ilumina todo su rostro. "Vamos, te acompaño fuera."
Alec se dirigió después de Magnus hacia la Puerta principal, sintiendo como si el peso se hubiera ido de sus hombros, uno que ni él sabía que estaba llevando. Por supuesto que tendría que sacar una excusa sobre dónde iba a ir el Viernes noche, algo en lo que Jace no quisiera participar, algo que necesitara hacer solo. O podría pretender que estaba enfermo y escaparse. Estaba tan perdido en sus pensamientos que casi tropezó con la puerta principal, contra la que Magnus estaba apoyado, mirándolo con ojos entrecerrados como medias lunas.
"¿Qué sucede? dijo Alec.
"¿Nunca has besado a nadie?" dijo Magnus. "¿Nadie en absoluto?"
"No," dijo Alec, esperando que eso no le descalificara por salir con él. "No un beso de verdad."
"Ven aquí." Magnus lo tomo por los codos y lo acercó más. Por un momento Alec estaba totalmente desorientado por la sensación de estar tan cerca de otra persona, la clase de persona de la que él quería estar cerca tanto tiempo. Magnus era alto y delgado, pero no flaco. Su cuerpo era duro. Sus brazos ligeramente musculosos, pero fuertes. Era centímetros más alto que Alec, lo cual era raro, y se complementaban a la perfección. Los dedos de Magnus estaban debajo de su barbilla, llevando su cabeza ligeramente hacia arriba, y entonces se besaron. Alec escuchó un sonido saliendo de su propia garganta y luego sus bocas se fundieron con una urgencia descontrolada. Magnus, Alec pensó encantado, realmente sabía lo que hacía. Sus labios era suaves, y superaba a Alec en experiencia, explorando su boca: una sinfonía de labios, dientes, lengua, cada momento despertando sensaciones que él ni sabía que tenía.
Encontró la cintura de Magnus con sus dedos, tocando su piel desnuda, la cual había estado evitando mirar hasta el momento, y deslizó su mano bajo la camiseta. Magnus se tensó por la sorpresa, pero luego se relajó. Dejó correr sus manos por los brazos de Alec, por su pecho, su cintura, encontrando las tiras del cinturón de Alec, estirando de ellas y acercándolo más. Su boca dejó la de Alec y Alec sintió la presión caliente de sus labios por la garganta, donde la piel era tan sensible que parecía estar conectada con los huesos de sus piernas, las cuales estaban apunto de desfallecer. Justo antes de caerse al suelo, Magnus lo soltó. Sus ojos brillaban y también lo hacía su boca.
"Ahora ya has sido besado," dijo, pasando por detrás de él y abriendo la puerta. "Nos vemos el Viernes?"
Dejó de besarle y se apartó.
"El Viernes." dijo, y dejó que Magnus se marchara. Se dio vuelta y se alejó por el pasillo, Magnus mirándole. El Brujo cruzó los brazos y se acomodó la camiseta donde Alec lo había agarrado, y sacudió la cabeza, sonriendo.
"Lightwoods," dijo Magnus. "Siempre tienen que tener la última palabra."
Cerró la puerta detrás de él, y Alec corrió bajando las escaleras de dos en dos, la sangre palpitando en sus oídos como si fuera música.
(La mejor parte es que no es spoiler porque no está en los libros =))
Feliz Día de San Valentín para todos =D
14 comentarios:
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!! Graciaaas graciaaas graciaaaas Attomic :3 Diooooos diooos como lo amo, Alec (L) Son la pareja más linda, ahora entiendo que te gusten más que Romione, dios creo que también me gustan mas :3 Aaaaww que emocion (me hiperventile xd) awahhhaha xddd Dios lo amo lo amo lo amooo lo amoooooooooooooo xd Aaww dios, gracias attomic eres la mejor :3 Feliz día de san valentin :3
@Abbie: Oh por dios,te vas a ahogar xD De nada, estuve toda la noche copiando fragmentos, pero valió la pena :)
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaw que amoor, eres la mejoor, te adoooro :3 (No te preocupes, no me ahogo, estoy acostumbrada a la hiperventilacion xd) Aqui va tu comentario:
Attomic, me has convencido... no sé por qué lo evité durante tanto tiempo... debo reconocer tu superioridad mental sobre mi, manipulaste totalmente mi mente. Ahora necesito leerlos, necesito sentirme una nefilim... necestio andar por ahí dibujando runas... Me arrepiento de lo cabezota que fui, espero que tu victoria sea suficiente para perdonarme.
Jajaja esta bien con eso? :3
aaaawwwww que lindoooooo
me encantaron los fragmentos y me hicieron recordar los libros y querer volver a leerlos por ellos, jajaja...
y la ultima escena, wao eso si fue fuerte, me encanto!!
gracias por dedicar tu tiempo en esto
Feliz Dia de San Valentin
besos ^-^
Me gusta mucho la pareja que hacen Alec y Magnus, pero sobretodo el primero: para mí es de los mejores personajes de la saga :) Muy buena entrada ;)
Dios! *--*
Amé la entrada (L)
Son la pareja más tierna del mundo ^-^ Y vos también sos muy tierna Atomic ;)
Besos :3
@Abbie: Eso. Por eso todo el mundo debería rendirse ante mi superioridad y dejrme conquistar el mundo en paz ¬¬
XDD Me alegro de que te haya gustado, lo hice con mucho amor-no-romántico xD
@ivonne: De nada, y Deliz Día para vos también :)
@Jon Nieve: Yo creo que todos los personajes son igual de buenos, más allá de si a uno le gustan o no sus personalidades :) Gracias ;)
@Maii: Yo? Yo por qué? xD
Jajajaja me da miedo que controles el mundo attomic xd Me siento halagada por tu amor-no-romantico jajaja :3
@Abbie: Jajajaja xD Te dejé un comentario en Amores Platónicos, lo viste??
@Mr. Brightside: Sí, son la cosa más dulce de la vida <3
Mejor tarde que nunca ^^ FELIZ SAN VALENTÍN!!
besitos<3
@esa estrella...: GRACIAS!! Mejor tarde que nuca, ese es mi lema xD
lebron 16
coach outlet
air jordan
moncler
golden gooses
supreme clothing
offwhite
fila shoes
calvin klein outlet
cheap jordans
find more infoblog here have a peek at this web-siteyou can try here this pageview website
Publicar un comentario