Reseña: Profecía de Sangre

Profecía de Sangre

Título original: Elphame's Choice

Autor(a): P.C. Cast
Saga: //Partholon #4//
Editorial en inglés: Harlequin Teen
Editorial en español: Harlequin Ibérica - Darkiss
Fecha de publicación original: 29 de septiembre de 2009
Fecha de publicación en español: ?? No dice xD
Traducción: María Perea Peña
Número de páginas en inglés: 432
Número de páginas en español: 356
Encuadernación en inglés: paperback
Encuadernación en español: paperback


Mi opinión:

Okay el nivel de confusión que alcancé con este libro es completamente estrafalario, y lo único que saqué en claro es que soy Chad Dylan Cooper -->

Yo compré este libro sin saber sobre él nada más que lo que dice en la sinopsis. Suena bastante normal, ¿no? Bueno, no quiero que ustedes cometan ese error. Si lo van a leer, quiero que lo hagan sabiendo a lo que se enfrentan. Por lo tanto, puede que haya algún ligerísimo spoiler.

Entonces, tenemos esta situación. Elphame es, como dice la sinopsis, diferente al resto. ¿Por qué? Pues bien -y esto lo dice en el prólogo-, ella es hija de una mujer bendecida por una diosa, Epona, y un centauro, alto Chamán. La cosa ya es rara de por sí, pero a eso súmenle que, como resultado, ella es un híbrido entre ambas especias, una chica bellísima de cintura para arriba, pero con piernas de caballo (dos, no cuatro). No un fauno, no un centauro, sino algo único. Esto resulta ligeramente espeluznante desde el vamos, con catorce millones de preguntas que nos hacemos (la mayoría rayando el ¿¡Que esa mujer se acostó con un centauro!?), y la verdad es que cuesta acostumbrarse. Me planteé seriamente abandonar el libro, que ya saben que es algo que no hago a no ser que la situación lo amerite por demás, pero estaba realmente muy perturbada. Al final decidí seguir leyendo, porque perturbarme más no podía y porque la verdad, ya lo había pagado.

Cuestión que Elphame está planeando un viaje a una tierra cercana dentro de Partholon para reconstruir  el castillo MacCallan, caído hace años en la guerra que eliminó a los Fomorian, una raza de demonios, de Partholon. Así que emprende el viaje con su hermano Cuchurrumín Cuchulainn y un grupo de señores y señoras dispuestos a arreglar y hacer del castillo su nuevo hogar. A la llegada, Cuchulainn presiente –porque él hace esas cosas, tiene presentimientos de cosas- que ese es el lugar de su hermana, y que ahí va a encontrar a su compañero, pero algo le impide concentrarse en él en específico. Al mismo tiempo, ella descubre que puede comunicarse con las piedras, que albergan el espíritu, el alma del castillo (::foreveralone::). Esto es más relevante de lo que parece, porque se revela que ella es la tataranieta de El MacCallan, y por ende la nueva MacCallan. Acá hago un punto y aparte, porque aparentemente este era el nombre del primer MacCallan pero después se convirtió en el título del señor del castillo o algo así, nunca lo explicaron. El caso es que sí, se vuelve la líder del nuevo clan MacCallan.

En este clan, consigue un grupo de mujeres que la ayudan en las tareas de mantención. Entre ellas se encuentra Brenna, una chica marcada por las cicatrices del fuego y sin una gota de esperanza ni aceptación. Ellas dos rápidamente se vuelven amigas, y Cuchulainn… bueno, era una pareja obvia. SPOILER NO PUEDO CREER QUE MATARAN A BRENNA UGH. FIN DEL SPOILER.

Cuestión que dadas ciertas circunstancias y cosas que pasan, Elphame conoce a Lochlan (Lockian para mí, así lo pronuncié todo el libro), y acá es donde la cosa se pone rara en serio. Aparentemente, Lochlan estuvo soñando con ella desde que nació -125 años atrás- porque hay una profecía (get it?) que los envuelve a los dos. Y con “soñando con ella” me refiero a todo el tiempo, el tipo la vio crecer. Cuestión que está enamoradísimo de ella.

Pero ¿cuál es el problema? Bueno, Lochlan es mitad Fomorian. Sí. Yep. Demonio, mitad demonio. Entonces le pasan estas cosas re locas en las que tiene que dominar la maldad de su sangre Fomorian and things. Y acá viene lo que es un spoiler en teoría pero en realidad no y que me trae sin cuidado porque me voy a sacar las ganas de quejarme: Elphame y Lochlan se conocen, y a la tercera vez –contada que se ven, se casan. Así de golpe a porrazo, se declaran amor eterno bajo la luz de la luna en el medio del bosque, sacan de adentro de la manga los votos matrimoniales y lo consuman ahí mismo.

Este es el punto en el que, naturalmente, me empecé a reír como una histérica, porque la situación era a la vez tan bizarra y tan frustrante que no pude hacer más que reírme el resto del libro. Hay cosas que me dieron muchísima gracia, de puro bizarro. Por ejemplo, el tiene alas... y son eréctiles. Sí, exactamente lo que están pensando. Alas eréctiles. Y ella tiene patas de caballo y por momentos yo pensaba "qué monstruosidad la criatura que vaya a salir de esto por favor que sean estériles como todo híbrido que se precie".

Ya ven, no es que el libro sea "malo". Los personajes están okay, Elphame aparte del amor instantáneo y tan poco creíble es decente, pasable, y lo que sí me gustó es que si tiene que juzgar a su "marido" y atarlo a una columna en favor de su clan (sí), lo hace, y qué demonios. La relación entre Cuchurrumín Cuchulainn y Elphame me encanta, me hizo llorar sobre el final, con lágrimas de las de en serio. 

La de Brenna y Cuchulainn me gustó muchísimo más que la de Elphame y Lochlan, pero mucho más. Ellos dos sí me conmovieron, y los shippeo hasta la médula. Y también está Brighid, una centaura, que creo que es la protagonista del próximo libro (Sangre de Chamán), y que me cayó divino porque sass. So sassy.

En general, a pesar de que en esta reseña lo destruí un poquito bastante, no puedo decir que lo haya odiado.  Es complicado, pero incluso disfruté la lectura y todo. No es el tipo de libro que te hace arrancarte los pelos (bueno, un poco sí, pero no necesariamente en el buen sentido), sino el que leés porque te sobra tiempo, peeeero...

¿Lo mejor del libro? Me pareció interesante el crear Partholon de cero. Sus propios nombres, su promia historia. De hecho, el único nombre "del mundo real" en todo el libro es Brenna. Me gustó eso, por algún motivo.

¿Lo peor del libro? No puedo creer que se casaran a la tercera vez que se vieron, estoy en shock.

¿Lo recomiendo? You see, no me arrepiento de haberlo leído. Fue extraño, sí, y bizarro, eso también. No digo que sea malo, sólo que no era lo que me prometió la sinopsis. Puede que si lo fuera, y aún así hubiese decidido leerlo, tal vez me habría gustado más. Pero voy a dejar que ustedes juzguen. 

Calificaciones:

Redacción: 4/5

Ritmo de lectura: 4/5

Concepto general: 2/5

Originalidad: 3.5/5

Desarrollo: 4/5

Ambientación: 4.5/5

Personajes: 4/5

Desenlace: 4/5

Calificación general: 3.75/5

Portada y edición: 3/5

Curiosidades:

• Este libro es el numero 4 de la saga Partholon, pero no va después de los otros (?) La cosa es así, los primeros tres -En el Lugar de la Diosa, Diosa por Elección y Diosa por Derecho- son una trilogía; Profecía de Sangre y Sangre de Chamán van después cronológicamente, pero no son una continuación ni un spin off, y tienen personajes completamente distintos. Sólo comparten el reino en el que transcurre la historia.
• En la dedicatoria del principio dice que se lo dedica a la hija, mezcla perfecta de dos y que fue su inspiración para Elphame. Yo no sé qué tanto me gustaría haber inspirado a una chica con patas de caballo tbh.

Sobre la autora:

De nombre Phyllis Christine Cast, tras su graduación, sirvió en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y posteriormente fue profesora de Inglés durante quince años en la South High School de Broken Arrow y en la Universidad de Tulsa, abandonando este trabajo para dedicarse a la escritura, y publicando por primera vez en el año 2001. Vive en Oklahoma.
Es autora de libros de género romántico fantástico, y junto a su hija Kristin Cast, ha escrito también libros románticos de carácter paranormal.