sábado, 11 de enero de 2014

Citas Citables: El Regreso del Joven Príncipe

¡Hola, bebés!


Creo que la reseña de este libro dio la impresión de ser negativa, y en realidad no lo era porque fue de mis favoritos del año (?) Así que vengo a redimirme mostrándoles por qué conmueve a pesar de todo. Enjoy!



"Cuando reanudé la marcha, pasé un rato largo pensando cómo los adultos, con sus advertencias para protegernos, nos alejan de los demás, al punto de que tocar a alguien o mirarlo a los ojos provoca una incómoda aprensión."
Cap. 1; pág. 14.



"Al cabo de un momento me di cuenta de que ni siquiera le había preguntado dónde se dirigía. Como lo había encontrado en el lado derecho de la carretera, había dado por supuesto que viajaba en dirección al sur, pero en realidad lo más probable era que estuviese tratando de llegar hasta la capital, que se hallaba hacia el norte. 
Resulta curiosa la facilidad con la que asumimos que los demás deben ir en el mismo sentido que nosotros."
Cap. 1; pág.15.


"Yo pronto me di cuenta de que hacía varias horas que conducía con un desconocido a mi lado (sí, un desconocido agradable, pero desconocido al fin), sin saber absolutamente nada de él. Aunque deseaba conocer más sobre ese joven singular, la intuición me decía que las revelaciones llegarían por sí solas y más rápidamente si no trataba de forzarlas. A veces las personas con como las ostras: lo único que tienes que hacer es esperar a que nos entreguen la perla que llevan en su interior."
Cap. 5; pág.37.

"- Yo estoy buscando a alguien que hace tiempo que no veo: se parece un poco a ti, pero tiene una máquina que vuela. 
- ¿Un avión? -pregunté, un poco confundido. 
- Sí, eso, un avión. 
- ¿Y dónde vive? -quise saber con la intención de ayudarlo, pues sabía de varios aeroclubes de la zona que había visto en el mapa. 
- No sé -respondió con tristeza. Y siguió reflexionando:- No sabía que los hombres vivieran tan alejados unos de los otros. 
- La Tierra es muy grande, ¿sabes? Y mi planeta, muy pequeño. 
- ¿Qué piensas hacer para encontrarlo? -pregunté, mientras activaba la parte de mi cerebro donde se almacenan las numerosas novelas de misterio leídas en la adolescencia. Pero su respuesta habría desconcertado al mismísimo Hércules Poirot. 
- Él me regaló estrellas que ríen -dijo con tono nostálgico. Por un instante lo embargó la emoción, y observé cómo se le humedecían los ojos. 
Fue en ese momento, al tratar de imaginar la figura del aviador al que sonreían las estrellas, cuando me di cuenta de quién era mi acompañante, comprendí de quién se trataba. ¡Pues claro! El cordero, la flor, la capa azul... Tendría que haberlo reconocido desde el principio, pero estaba demasiado absorto dentro de mi propio y recóndito asteroide..."
Cap. 6; pág. 39.


"- ¿Por qué muchas veces pensamos que es mejor quien trae el desengaño que quien nos ha regalado una ilusión? 
La momentánea perplejidad provocada por mi pregunta me dio la pausa que necesitaba para continuar. 
- ¡Desconfía de aquellos que destruyen tus sueños con la excusa de hacerte un favor, porque generalmente no tienen nada bueno con qué reemplazarlos! -Y me pregunté si no habría algo de sabiduría en la antigua costumbre de ejecutar al mensajero de malas noticias. Con los años he descubierto que en la mayoría de los casos, las noticias no eran correctas, o el propósito de su portador no era el que aseguraba, o, si no había nada que yo pudiera hacer, habría preferido conocerlas lo más tarde posible."
Cap. 9; pág. 52.


"Después de cenar logramos que se permitiera a Alas compartir la habitación con nosotros. El cachorro sólo se tranquilizó cuando mi joven acompañante lo subió a la cama con él y lo abrazó contra su pecho. Al poco tiempo, los dos se quedaron dormidos. Una leve sonrisa se insinuaba en el rostro del Joven Príncipe, y supe que cuando alzara el vuelo en sus sueños, Alas iría con él."
Cap. 11; pág. 61.


"- Otro modo que tienen los recuerdos de conspirar contra tu felicidad es que trates de sentir las mismas cosas que sentías en el pasado. Eso nunca ocurrirá. Así como el agua de un río nunca es la misma, tampoco se repiten exactamente las situaciones en la vida. Sin embargo, resulta extraordinario comprobar la cantidad de gente que queda atrapada tratando de revivir las mismas experiencias. Esto les impide disfrutar de otras nuevas, tanto o más placenteras que las anteriores. En esto, el hombre se parece a aquel animal que regresa una y otra vez al lugar en el que una vez encontró comida, hasta morir de hambre, simplemente por no explorar un poco más allá."
Cap. 12; pág. 66.


"- Si no pudiera distinguirse a las flores por su perfume, su forma o su color, nunca nos detendríamos a contemplar a una en particular. Las diferencias son lo primero que nos atrae y al admirar esa flor, la hacemos única."
Cap. 13; pág. 70.


"- A fin de cuentas, tú naciste príncipe -concluí con una sonrisa, tratando de hacerlo sentir especial en su primera incursión por nuestro mundo de miserias y maravillas. Pero él me contestó: 
-  Todos nacemos príncipes; algunos no lo saben, otros lo olvidan... Mi reino ya solo existe dentro de mí -Y echó a correr pateando una pelota que se le había escapado a un grupo de chicos que jugaban en la calle, mientras Alas lo seguía tratando de morderle los tobillos."
Cap. 13; pág. 73.


"-Hay algunos que encierran a sus hijos en jaulas con barrotes de exigencias, expectaciones y miedos -reflexioné-, sin darse cuenta de que todo lo que se impone como obligación provoca necesariamente resistencia. En este sentido, todo lo que conduzca a la inmovilidad y la falta de espontaneidad va en contra de la renovación que caracteriza a la vida. Después de todo, es fácil comprobar que no hay nada tan ordenado y seguro como un cementerio."
Cap. 14; pág. 79.

"- Cuando muera, quiero ser una estrella. Enséñame a vivir para ser una estrella. -Y, abrazado a su perro, apoyó la cabeza en la ventana."
Cap. 15; pág. 86.

"Es paradójico que algunas personas crean que, al ayudar a otras, les están concediendo un beneficio, cuando en realidad el que más se beneficia del perdón es el que lo concede. Los sentimientos negativos siempre se vuelven contra la persona que los alberga, de modo que, al no perdonar, al envidiar y odiar, al que más daño hacemos es a nosotros mismos."
Cap. 17; pág. 99.



Había uno más pero era muy largo y bleeerrhghg eran como dos páginas (?)
Estoy un poquito enamorada del Joven Príncipe LE PUSO ALAS A UN PERRO EN HONOR A SU AMIGO AVIADOR ME ENTIENDEN?!?!!???
Amo amo amo.

¿Qué les parecen? :)

Atomic Kitten, fuera :D

2 comentarios:

LittleReader dijo...

Mmmmmm me han gustado mucho ^^ Muchas gracias por compartirlas :)

besitos<3

Unknown dijo...

Amé el de los recuerdos,que uno trata de volver a sentir lo que sintió antes,porque es la pura verdad(?)