martes, 19 de noviembre de 2013

Host Post: Esto es lo que pasa cuando intentas meterte con alguien

¡Hola, pequeñines!



Sooooo this is a bit awkward~
Resulta que de vez en cuando me dan ganas de escribir (ya saben, creativamente (?)) pero mi problema siempre fue que me cuesta empezar. Por suerte, existe este blog, Writer's World, que se ocupa -entre otras cosas- de darle la inspiración al escritor, ya sea por medio de una frase, imagen o sonido. Así que fui a ese blog y tomé una que me llamó la atención (que es el título de la entrada) y empecé; y aunque para cuando terminó no tenía nada que ver con lo que había planeado en un principio, y para lo oxidada que estaba, me gustó bastante cómo quedó. Así que lo traje porque ante todo caradura (?)
No, mentira, en realidad es porque en serio estoy conforme, porque tengo un blog literario (duh), y porque Mar me dijo, así que si no les gusta es su culpa (?)
Aclaremos que cuando escribo así porque sí no me sale hacerlo en español, okay? Okay, así que lo traduje después y si suena extraño es por eso (?)
ALSO, esto en realidad no va en esta sección porque no es host nada, yo soy la host pero el punto de los host post es que sean de alguien más que no sea el administrador del blog u feel me? Pero es la única sección en la que hay escritos de este estilo, así que depende cómo vaya esto lo convertiré o no en una sección aparte ^^

En fin, que no se sientan obligados a leerlo, no me enojo si no lo hacen (?)


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La vio caminando sola en la calle, bajo la lluvia. Su cabello era cereza, largo y húmedo, y se adhería a su rostro en espirales cosquillosos. Sintió la necesidad de apartarlos, no porque fuera bonita –que lo era- ni porque se sintiera especialmente solo ese día –lo que también era cierto-, sino porque ella se veía pequeña y frágil y lo arrastraba hacia ella como un imán, y porque ‘tengo un paraguas y tu no’ parecía una excusa tan buena como cualquier otra.
Así que caminó hacia ella, sus pies produciendo olas en miniatura alrededor de sus zapatos, pero no importaba porque estaba a dos calles de casa de cualquier manera.
Le tocó el hombro, sin intención de sobresaltarla, pero ella se removió un poco de igual manera, sus ojos grandes y sorpresivamente inocentes bajo una ceja perforada. Vio una chance y la tomó, y en menos de un segundo la estaba escudando de la lluvia.
“Hola,” sonrió, a pesar de que el sonido se perdió en el repicar de lo que parecía estar convirtiéndose poco a poco en una tormenta. Pero ella lo escuchó de todos modos, tal vez porque habló demasiado alto –culpaba a sus nervios-, tal vez porque el diámetro de un paraguas del montón no da mucho espacio personal si hay dos personas bajo él en lugar del solitario acostumbrado.
Su respuesta no fue más que un ceño ligeramente fruncido. Entendible, teniendo en cuenta que un completo extraño la había abordado, ni más ni menos, bajo un paraguas. Ella lo había visto un par de veces, de lejos, pero siempre estaba demasiado enojada o de un humor demasiado malo para preocuparse por uno de los muchos chicos de su edad que vivían en uno de los muchos departamentos de su calle, así que, en el sentido práctico, era un extraño.
Sintiéndose de repente demasiado alto y demasiado torpe y demasiado atrevido todo junto, levantó la mano para un apretón antes de darse cuenta de que ambos eran adolescentes, y no gente de la mediana edad que se junta por un partido de ajedrez, y rápidamente levantarla para dejarla caer en la parte de atrás de su cabeza, frotando su cuello, aún demasiado torpe y atrevido y alto y su codo se salía de debajo del paraguas y empapándose y él todavía sonreía porque ella se veía tan confundida y cielos cielos cielos por qué pensó que nada de esto era una buena idea.
Finalmente, dejó caer su mano y se encogió hombros, en un intento de parecer algo menos preocupado. “Soy Caleb,” dijo, como si presentarse a chicas al azar bajo la lluvia a las siete de la tarde de un domingo sin motivo aparente fuese la cosa más normal del mundo.
“Eve,” respondió ella sencillamente, porque realmente no había nada más que decir.
Caleb procedió, entonces, a explicarse.
“Yo sólo- te vi desde la otra calle y pensé que podría-“ Señaló hacia arriba y agradeció a cualquier deidad que estuviera escuchando por ser capaz de pronunciar tres palabras seguidas, incluso si no tenían mucho sentido, porque la última vez que intentó hablarle a alguien sin un motivo concreto, se congeló en el camino y lo miró alejarse, sin ser siquiera notado.
Él no tenía forma de saber que a ella le gustaban los paraguas casi tanto como ser picada por abejas furibundas, así que asintió y trató de verse agradecida, porque no era común que alguien fuera lo suficientemente amable para salir de su rutina por ti en la gran ciudad.
“Gracias,” dijo, en caso de que su expresión no fuera clara, porque a pesar de que odiara perderse la sensación de las gotas frías sobre su piel, así fuera por solo un minuto, realmente apreciaba la acción.
Lo que no era claro era qué tenía él planeado hacer desde ahí, y lo cierto es que él tampoco lo sabía; así que dio un paso en la dirección en la que ella iba antes de interrumpirla, asegurándose de que el paraguas los cubriera a ambos.
Ella caminó con él, pero no miró hacia el suelo o hacia el frente como él había esperado en algún punto, sino directamente hacia él. Pasaron sólo segundos antes de que ella preguntara:
“¿Qué estás haciendo?”
Podría haber sido una pregunta grosera, podría haber sonado fría o molesta, pero su voz era dulce y también era su tono, lo que lo llevó a pensar que se trataba más de una pregunta curiosa que otra cosa.
“¿Acompañándote?” Sonó como una pregunta –probablemente porque lo era. Algo así.
Ella solo se encogió de hombros y respondió, “Vivo a dos calles de aquí. También tú, lo sé. Te he visto. Y aprecio esto, pero tengo tarea y un hermano pequeño del que cuidar, así que necesito llegar a casa pronto.”
Él sintió la sangre apresurarse a sus mejillas y teñirlas de un rosa suave, pero esperó que quedara escondido por la sombra de ese maldito paraguas, o que ella no lo notara, o que la calle se abriera y se lo tragara allí mismo.
“Sí, por supuesto, lo siento,” suspiró, teniendo cuidado de no dejar que su brazo rozara el de ella por accidente, porque no quería ponerla incómoda. Así que hizo lo que mejor sabía hacer: charla casual para desviar una conversación potencialmente catastrófica.
“Así que somos... ¿vecinos, dices?”
Su ceja, la perforada, se levantó, y él no pudo evitar notar que ella tenía un extraño tipo de belleza. Sus mejillas rosadas y labios de durazno no combinaban con el adorno genérico para cejas, ni con el tatuaje en la cara interior de su muñeca que vio segundos después, y parecía una mezcla entre una delicada muñeca y una guerrera amazona. Uno debía ser cuidadoso con pestañas largas como aquellas; podían llevarte a pensar que estabas en frente de una niña pequeña que lloraría ante cualquier eventualidad. Pero esta chica estaba lejos de ser frágil.
Si sólo lo hubiese sabido.

Había sido imposible de adivinar. Ese mismo día fatídico en el que la vio entrar en una casa a la que jamás le había prestado atención, sintiéndose todavía demasiado incómodo y un poquito rechazado para hacer nada que no fuera saludar con la mano, incluso si ella no estaba viendo. Incluso si nunca vería.
Era imposible adivinarlo aquel día, y dos días después, cuando caminó alrededor de la calle tres veces, una detrás de la otra, con la esperanza de verla por accidente; y la semana próxima, cuando finalmente se la encontró y milagrosamente tuvo el coraje de invitarla a salir. Imposible adivinar que diría que sí con una sonrisa pintada en el rostro; que diría sí todas las veces que vinieron luego de esa. Él no pediría nada fuera de su alcance, porque había aprendido desde pequeño que obtenías mejores resultados cuando esperabas de la gente lo que pueden darte, y nada más allá de eso. Pero ella siempre diría que sí.
Pero todo tiene un límite, y un día, ella decidió que había sido suficiente para una sola relación, y que tal vez era tiempo de decir que no. La primera y la última, que dejó a Caleb con una nota escrita a las apuradas apretada en el puño, cansado y triste y demasiado consciente de la manera en la que la gente lo miraba, porque algunos habían estado ahí para verlo ser dejado por la chica que jamás decía que no, y porque aún estaba allí parado quince minutos luego de que ella se fuera, y porque probablemente se veía roto, pero solo un poco.

Así que ahora estaba parado en el parque, bizqueando hacia el sol que amenazaba con quemar sus retinas, demasiado brillante y demasiado optimista para la manera en que se sentía. La había observado irse por lo que prometía ser la última vez –la última vez en ese estatus, al menos.

Al final, le dio la espalda al camino por el que ella se había ido y se fue también, porque si nunca lo retiraba cuando decía que sí, por supuesto que tampoco lo haría cuando dijera que no.
Eve, la chica que nunca decía que no, se fue de su vida de la misma manera en la que llegó: de improviso, casi por accidente, extrañamente calma y sorprendentemente en control para la naturaleza de la situación. Se fue como si fuera inevitable, como si fuera la única respuesta lógica, y tal vez lo era. Porque no importaba que nadie había tenido malas intenciones. Al final del día, lo único que importaba era que Caleb estaba solo de nuevo, con una nota arrugada en la mano y un solo no que pesó más que mil .


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Es recochinamente largo para ser tan pointless (me traduzcan esa palabra), lo sé, pero me vi incapaz de cortarla (?)
YO ESCRIBIENDO COSAS TRISTES MUST BE NEW //THROWS CONFETTI
Para ser totalmente franca ya me encariñé con los personajes (sobre todo con Caleb) y me rompió el alma separarlos SIGH 

eN FIN, cuéntenme qué les parece, si lo leen, y si no también, y si quieren decirme "dejá de flashear bohemia y ponete a reseñar" también lo acepto (?)

MARRRRTES DAMAS Y CABALLEROS, ¿cómo empezó su semana? ^^

Atomic Kitten, fuera ;D

6 comentarios:

LittleReader dijo...

Pues me ha encantado y me he quedado con ganas de más *-* Se me ha partido el corazón con ese final repentino (por mí podías hacerlo más largo!! >-<)

Y creo que los protagonistas de Eve (de Ana Carey)también se llaman Eve y Celeb. Probablemente ha sido adrede ¿no? Es que me encantan como pareja estos dos nombres ^^


Quiero más relatooooos *w*

besitos<3

kitten dijo...

@esa estrella; NO, EN SERIO SE LLAMAN EVE Y CALEB???? NO , LA VERDAD QUE NO TENÍA IDEA, NO LEÍ ESE LIBRO DFSXGHJFVGBHNLJGHFGHJL DISCLAIMER DISCLAIMER
Ay pero muchas gracias ;u;

Unknown dijo...

YA LO LEÍ,YA LO HABLAMOS PORQUE BUENO,PARECE QUE SOY LA CULPABLE DE QUE LO TRAIGAS AL BLOG *acepta los aplausos porque re divino lo que trajiste*
ME RE GUSTA Y LO QUE MÁS ME GUSTA ES QUE NO TERMINEN JUNTOS AUNQUE AL MISMO TIEMPO QUE SI Y ????
Te re juro que al leerlo ahora la primera vez que apareció Caleb leí Celeb,parece que tengo un problema con el nombre o algo(?)
ME RE GUSTA Y TENÉS QUE ESCRIBIR MÁS SEGUIDO PORQUE SI,PORQUE LINDO.
Lo más genial es que me siento re identificada con una parte otlxD
Beso!

Unknown dijo...

*AUNQUE AL MISMO TIEMPO QUIERO QUE SI Y ????

Tamine dijo...

NADA HOLA SI ME ENCANTA ESTA COSA YA SABES TE DIJE POR LECHUZA PERO IGUAL NO SÉ VENGO A DECIRTE DE NUEVO ME ENCANTA LEER COSAS EN DOS IDIOMAS NO SÉ ME DA FEELS.
also CALEB D:

Maii dijo...

HOLA ATOMIC
ASKLDFLDSFLDFGÑLASG
SIGO LLORANDO LA VERDAD.
YA SABES QUE ME ENCANTO Y ESPERO PODER LEER ALGO MAS TUYO EN OTRA OPORTUNIDAD ;w;
ASGKLSFLGÑLG
CALEB<3

BESOS :3
P.D: Are you serious about pointless cause idk, te digo igual: sin sentido, inútil